jueves, 29 de marzo de 2012

Como esperando abril

 Mucho más ... allá de mi ventana ... 





Estoy viendo muchas cosas en el horizonte. Os resalto las que a mi entender me parecen más significativas:

  • Estamos en mitad de una Huelga General, y justo al día siguiente se aprobarán los Presupuestos Generales del Estado correspondientes al año 2012. 
  • Además el gobierno ha ido adelantando desde finales de la semana pasada a través de varias reuniones y declaraciones su intención de recortar el presupuesto de todos ministerios en un entorno del 15%. 
  • Y como prolegómeno de lo que se avecina desde hace dos días se conocen las graves irregularidades en más de la mitad de las entidades públicas estatales y administrativas como resultado de un informe que la IGAE - Intervención General del Estado-.
En estas circunstancias donde prima el control del déficit, la reducción del gasto y adicionalmente la tasa de reposición del empleado público es prácticamente cero, la administración pública española se enfrenta a su mayor desafío en décadas.

En primer lugar porque se van a enfrentar -se están enfrentando- a un proceso de depuración interna sin precedentes. Y esta circunstancia será factible "produciendo" con eficacia y con eficiencia desde la agilidad - eliminando normas innecesarias, simplificando los controles formales y aplanando sus estructuras-, abriendo paso a la gestión  - "profesionalizando la dirección", creando incentivos reales a la eficiencia y gestionando al mercado, no burocratizándolo-, con apertura a la ciudadanía y empresas -haciendo trasparente tanto la información pública como las evaluaciones-,  sin olvidar la gestión por resultados -planificando prioridades y metas, evaluandos logros y estimulando el aprendizaje-.

Y es que para la pervivencia de unos servicios públicos de calidad nos enfrentamos a un sistema triángular en donde en los vértices aparecen: los objetivos, los resultados y los recursos y en los lados: la economía, la eficacia y eficiencia.

Es aquí donde el uso intensivo de las TIC se convierte en una solución atractiva y factible. Son precisamente ellas uno de los vehículos más importantes para el cumplimiento de los retos de las administraciones públicas españolas y en particular desde modelos de agregación, compartición y gestión integral de los servicios.

Pero no es tan sencillo como parece. En estas circunstancias de contracción económica en el sector público anunciadas por el actual Gobierno, ningún CIO público de ningún organismo quiere hablar de recortes. No en el sentido estricto de la palabra. Y es razonable y lógico. Si la disminución de la inversión -no entramos en temas como capítulo 2 y capítulo 6- se produce como tal, el deterioro de los servicios y la destrucción del tejido empresarial está garantizado.

De alguna manera todos somos conscientes de que el slogan no es hacer más con menos, sino hacer más y mejor con lo mismo. En este escenario actual, reducir en demasía los presupuestos TIC de las administraciones públicas es equivalente a "pegarse un tiro en el pie", ya que una de los instrumentos reales y factibles con los que cuenta ahora el estado para poder alcanzar sus objetivos de deficit es, precisamente el uso eficiente y racional de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones. La apuesta decidida por las TIC podrá generar unos servicios públicos sostenibles y como consecuencia, estos a su vez, pueden provocar ese crecimiento económico y de empleo que necesita la sociedad española.

Llegados aquí la colaboración entre empresa, y las administraciones públicas  se vuelve imprescindible. No sólo desde punto de vista económico, sino también desde cómo abordar la gestión del cambio asociada a este proceso desde la trasformación de "visiones anquilosadas" a visiones más cercanas a la realidad empresarial.
 
Y volviendo al plano económico el ministerio de Fomento a través de su ministra nos dio hace dos días las claves de como el ejecutivo considera que pueden funcionar estos modelos de colaboración público privada.  Va a lanzar un nuevo plan de concesiones en junio en el que sólo sufragarán el 50% de la inversión.

Y todos debemos entender muy bien la colaboración público privada desde la propia figura del contrato, para poder abordar esta realidad en los contratos de servicios TIC de las Administraciones Públicas. Las empresas que finalmente puedan dotar de estos servicios a las administraciones "pueden autodestruirse" si la garantía de riesgos asociadas a estos se dimensiona incorrectamente.

Esta apuesta de la administración pública al menos en el ámbito estatal requiere la figura de un coordinador TIC, puesto que el interés de abordar este tipo de soluciones es común a todos sus organismos, pero no se conoce con exactitud todavía como sería "la arquitectura y el reparto final de los servicios comunes de la AGE" para poder afrontar este escenario de crisis. Aquí el, la figura de un CIOAGE se torna imprescindible. El mejor ejemplo lo tenemos en EE.UU  a través de la gestión de Vivek Kundra.

Y a pesar de que la Generalitat ha tomado la delantera generando el primer contrato de colaboración público privada a largo plazo en sus infraestructuras TIC, debería ser la Administración General del Estado quien, abordara su propio proyecto de manera inmediata  ¿por qué?  quizás por el grado de desarrollo de implantación TIC de la propia AGE frente al resto de administraciones públicas españolas. Incluso podría darse el caso de una cambio en el proceso de la innovación TIC pasando a ser las CC.AA las líderes en España si la AGE demora en exceso "su puesta en escena".

En cuanto al anteproyecto de la ley de trasparencia considero que podía haber sido más incisivo. Aunque, como bien dice Alberto Ortíz de Zárate en su reciente entrada de blog hay tres tipos de trasparencia y por tanto hay tres formas de abordarla. Aún así, no me gustaría que la ley de transparencia pudiera convertirse en un mero mensaje publicitario que no solucione los problemas de gestión en los asuntos públicos.

Pensemos pues que estamos precisamente en fase de consulta pública electrónica y que después de esta, puede haber las suficientes modificaciones para aumentar la credibilidad de este proyecto cara a la ciudadanía española.

Me gusta este escenario. Y es que dentro de lo complejo de la situación, comienza el período de toma de decisiones para así continuar el camino trazado desde el comienzo de la legislatura o dicho de otras manera por Silvio Rodriguez :

 
Nuestra esperanza jugaba a una flor, a un jardín, en espera de abril ... 



Yo ya estoy deseando que llegue ...  

 
 

 

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